El deporte está lleno de analogías aplicables al mundo de los negocios, especialmente cuando se habla de liderazgo y de trabajo en equipo. Este es precisamente el tema que aborda Bill Walsh, el famoso entrenador de football en su libro The Score Takes Care of Itself: My Philosophy of Leadership.
Llevado al liderazgo empresarial en la industria de la construcción, el concepto de trabajo en equipo pasa por derribar viejas creencias, como aquella que denota de manera negativa la labor entre el arquitecto y el ingeniero civil.
Contrario a ese mito, actualmente, se sabe que es la colaboración entre ambas disciplinas lo que permite una congruencia entre proyecto y obra civil y con ello, la calidad técnica y estética en su ejecución.
Tres ideas clave para el liderazgo en empresas de construcción
1. Transformar desde lo profundo
Una de las lecciones que podemos retomar del libro de Walsh es que, como en un equipo de football, el cambio en la cultura organizacional antecede al éxito. Lo anterior implica transformar primero la mentalidad y las prácticas cotidianas para que esto produzca resultados distintos en el clima laboral y cultura.
En este sentido, el líder de un equipo debe incentivar en sus integrantes un pensamiento de ganadores antes de que las metas se concreten e incluso si en el camino se cometen errores que impidan alcanzarlas en un primer intento.
Lo más importante para el liderazgo empresarial es generar una conciencia de grupo y de identificación, con el objetivo de que entregue a cada trabajador una razón para poner la labor de equipo sobre los intereses individuales.
En teoría puede parecer sencillo, pero en la práctica entraña dificultades como el tener que lidiar con la oposición a las nuevas normas y eliminar a los disidentes que, si bien pueden estar dotados de un gran talento, también podrían afectar el clima laboral con su resistencia al cambio. Este es uno de los muchos retos que tendrá que sobrellevar el líder de un equipo al trabajar en su despacho de arquitectos y obra civil.
Finalmente, un líder empresarial, al igual que un entrenador al frente de un equipo de football, deberá propiciar que los integrantes del grupo crean en el proyecto como una apuesta segura a largo plazo, con independencia de las circunstancias que se presenten durante el proceso de adaptación y los resultados iniciales que se obtengan.
2. Atender a los detalles
Detalles tan simples como la manera en que se contesta el teléfono en un despacho de arquitectos o ingenieros, son buenos indicadores de qué tan felices se sienten las personas en su lugar de trabajo.
De igual forma, el clima laboral que percibe al llegar alguien ajeno a la empresa, puede revelar qué tanta identificación y compromiso sienten los colaboradores respecto al proyecto organizacional.
Ante las conclusiones de esta observación, como líder de un equipo, considera que el éxito es un esfuerzo continuo y no la llegada a una meta. Ten presente que de nada sirve alcanzar un objetivo determinado si el equipo no logra sentirlo como un mérito propio y carece de motivación para perseguir nuevos objetivos.
3. Celebrar el triunfo actual pensando en el del futuro
Si ejerces el rol de líder de obra, festeja los méritos con entusiasmo, pero asegúrate de que el enfoque se desplace para alcanzar un siguiente objetivo.
De igual forma, procura que tanto los éxitos como los fracasos sean asumidos por todos los miembros de una empresa de construcción o despacho de arquitectos como propios.
Para un líder de obra, llevar estos aprendizajes al campo de trabajo conlleva múltiples recompensas, desde una mayor satisfacción y mejor desempeño de los trabajadores, hasta la culminación de proyectos de mejor calidad en todos los sentidos.
Por otra parte, la integración de saberes de la arquitectura y la ingeniería civil resulta de gran beneficio para las empresas de construcción que son, en última instancia, las encargadas de llevar a término los proyectos.
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