Los cuartos fríos son construcciones útiles para almacenar materias, productos y mercancías que requieren de bajas temperaturas para su conservación. Son ampliamente requeridos por las industrias alimentaria, farmacéutica, floristerías, etc.
El correcto resguardo de los materiales que contienen dependen de los equipos de refrigeración usados y los materiales empleados en su construcción. Un error en cualquiera de ellos reduciría considerablemente su efectividad.
Si estás interesado en construir una de estas instalaciones o ya cuentas con alguna, a continuación te enseñamos qué errores debes evitar para conseguir un cuarto de refrigeración perfectamente funcional.
¿Qué errores se cometen en el diseño de un cuarto frío?
Normalmente, los errores de esta índole ocurren al momento de la construcción. Por ejemplo, cuando no se considera el tipo de producto o proceso que resguardará el cuarto en el futuro o por usar materiales de baja calidad y equipos de refrigeración inadecuados, etc.
Todo esto, se traduce en consecuencias negativas para el cuarto frío que puede desembocar en que ocurren más problemas.
Falta de hermeticidad
La hermeticidad de los cuartos fríos garantiza la ausencia de fugas o filtraciones de aire. Permite mantener constante la temperatura interior y conservar los productos que se almacenan en él.
Cuando se presentan grietas, ocurren pasos de aire húmedo que generan cargas térmicas al interior de la cámara. Esto produce problemas como: suelos resbaladizos, alto consumo energético y disminución de la calidad de los productos.
Las grietas aparecen por diferentes defectos al momento de construir los cuartos fríos, por ejemplo, cuando no se aísla de manera correcta.
Aislantes térmicos de mala calidad y mantenimiento
Conservar la temperatura y la hermeticidad es completamente dependiente de la calidad de los materiales. Cuando eliges componentes de dudosa calidad, a mediano o largo plazo, se afectará gravemente la funcionalidad del cuarto frío.
Todo se relaciona con la durabilidad de los aislantes térmicos usados. Los materiales de mayor calidad son más duraderos, soportan el paso del tiempo y no se destruyen fácilmente. Eso evita fallas y reduce los mantenimientos, reparaciones o sustituciones.
No considerar posibles expansiones
En un principio puedes diseñar tus cuartos fríos para almacenar o contener un determinado volumen o número de productos. Pero con el pasar del tiempo y el crecimiento de tu empresa posiblemente necesitarás más espacio.
Si tienes presente esa posibilidad, dejaras adaptaciones para realizar sin problemas esas futuras expansiones. Hacerlo de esa forma te permitirá mantener la calidad y la hermeticidad de la construcción.
No tener en cuenta la operación
Los cuartos fríos pueden servir para actividades como: recepción de mercancía, almacenaje, manipulación de productos e incluso exhibición. Cada una de ellas se desarrolla en condiciones de trabajo únicas.
Por eso desde el momento que decides diseñar y construir estos espacios debes tomar en cuenta sus funciones futuras, porque es la única forma de garantizar el resguardo seguro de los productos y mercancías.
No conocer la temperatura ideal del producto
Cada actividad, producto o mercancía tiene requerimientos de temperaturas únicos. Por ejemplo, para conservar carnes se recomiendan temperaturas inferiores a 4ºC, mientras que para productos farmacéuticos, dependiendo del tipo, se puede necesitar temperaturas desde los -15ºC a 20ºC.
Considerando eso, se escoge entre equipos de climatización o equipos de refrigeración industrial de media o baja temperatura. También se deben escoger los tipos de materiales de construcción necesarios para mantenerlos.
Dónde van a estar los cuartos
Otro aspecto importante para evitar fallas en el funcionamiento de los cuartos fríos es establecer desde el principio su ubicación. Estas cámaras pueden construirse en interiores o exteriores.
Obviamente cuando se construyen en exteriores están expuestas a condiciones ambientales cambiantes. El viento, la lluvia, la radiación solar, etc, afectan día a día a los materiales de construcción y deben ser capaces de soportarlos sin afectar los productos almacenados en su interior.
Para esto, Insulpanel® es un material de gran resistencia que soporta todo tipo de variación climática sin comprometer la temperatura al interior.
Se trata de un componente aislante con unión macho hembra que garantiza máxima impermeabilidad. Su exterior está recubierto por una lámina de acero galvanizado G60, la cual proporciona una mayor resistencia y hermeticidad a la construcción.
Importancia de contar con buenos materiales para la construcción de cuartos fríos
Sin dudas, la mayor carga en la construcción de los cuartos fríos es la correcta elección de materiales. Equivocarse en ello puede hacer que se termine con un almacén que no logre mantener los productos que deseas conservar.
Materiales que son ampliamente recomendados por su gran capacidad aislante, resistencia y calidad son los de Poliestireno Expandido. En FANOSA® contamos con este tipo de productos y muchos clientes ya los han empleado exitosamente en la construcción de cuartos fríos.
Los cuartos fríos son estructuras de mucha utilidad si deseas conservar tus productos. Recuerda que la durabilidad y efectividad de esta construcción está relacionada con los materiales que usas.
A la hora de elegir lo mejor es tomar la opción que te brinde mayor calidad. Los materiales de EPS que ofrecemos en FANOSA® son justo la opción que necesitas para el éxito de tu construcción.
Si deseas máxima hermeticidad y conservación en tu cuarto frío. Contáctanos.